LA PROMESA

Me había prometido que no iba a volver a escribirte. Y, sin embargo, aquí estoy: tejiendo letras y cosiendo frases en párrafos de amor, risas, tristeza y añoranza. 

Me había prometido no llorarte y, sin embargo, a veces se me anudan las lágrimas a la garganta. 

Me había prometido sonreírte cada vez que te pensara y, sin embargo, te siento tan cerca y a la vez, tan lejana. 

Me había prometido dejarte ir sola, allá dónde los sentimientos libres y de colores no tienen etiquetas, ni días de calendario, ni género ni número, ni se tildan porque no necesitan más voz que la suya. 

Me había prometido quererte cada uno de mis días, presente


en los pasos que dé, cogida a nuestra infancia juntas. 

Y aunque nunca te lo había prometido, necesito decirte que ya no me siento culpable por seguir viviendo. Que soy feliz aunque no estés. Aunque ya no compartamos cuentos. Aunque no nos enfademos. Aunque no hayan regalos de Navidad por abrir ni fiestas de cumpleaños. Aunque no puedas cumplir tus sueños. 

Aunque te fueras.

Qué fría la carretera. Qué larga la espera. 

Me había prometido que viviría siempre con esta pena. Y ahora te prometo que vivo con la certeza de que feliz es cómo querrías que estuviera. 

A mi hermana Eva. 

A mis padres, Andrés y Manoli.

A todas las víctimas de accidentes de tráfico. 

In memoriam.




Comentarios

Entradas populares de este blog

EL TRAMPOLÍN

YA LO DIGO YO

MI MOMENTO