LLORAR DESDE LAS ENTRAÑAS
A mí no se me cae la lágrima. Ni me nace en el
lagrimal. Me nace en las entrañas. Me pasa por el alma. Se despide del corazón.
Yo lloro desde las entrañas. Pero no de tristeza. Lloro de emoción. Lloro por
verme luchar como quiero verme luchar. Lloro porque me emociona verme vivir
como quiero vivir. Me emocionan mis ganas de vivir. Y de luchar. Yo lloro desde
las entrañas. Y no es que sea débil. Sólo me dejo ir. Y cuando se me vacía el
alma y ya no tengo más lágrimas, vuelvo a subir. Con más emoción. Con más
fuerza para seguir. Yo lloro desde las entrañas para tener más fuerza para
seguir. Y seguir. Y seguir. Y vivir.
Me siento como un pin y pon con su cabeza de quita y
pon. Sólo que yo no llevo cabeza. Soy un
pin y pon con mi peluca de quita y pon. Soy la cabeza que sostiene la emoción.
La calva que te escribe y llora de emoción. Pero desde las entrañas. No de cara
a la galería. La que llora con garra. Con uñas bien pintadas. Me siento como un
pin y pon que se descompone por piezas. Pero al final, al final de todo, cuando
me despojo de mis piezas, y de mi tristeza puntual, y de mi emoción y de la sal
que me dejan las lágrimas en el corazón, ¿sabes lo que me queda? .Siempre quedo
yo. Y mis ganas. Y mi sigue así. Y
mis ilusiones. Y mis ganas de vivir.
A mí no se me cae la lágrima. La dejo ir. Lloro
desde dentro. Cuando tengo que hacerlo. También sé reír. Desde las entrañas. Me
nace la carcajada. Me acaricia el alma. Le hace cosquillas al corazón. Me
dibuja la sonrisa en la comisura. De mis labios perfilados. Y sonrío con más
fuerza. Con más emoción. Cuando te vacías la emoción y lloras la tristeza,
tienes que seguir. Puedes sonreír desde dentro. También tienes que hacerlo.
Como las estaciones, las emociones son pasajeras. Deja que pase la tristeza.
Deja que hiberne la emoción. Deja que caigan tus penas. Que florezca tu alegría.
Que se despeje la melancolía.
A mí no se me cae la sonrisa. Me la dibujo cada día.
Feliz día
#día57demirecuperación
Comentarios
Publicar un comentario