HE DICHO



Que digo que no me gustan las personas de derechos adquiridos. Me explico. Las que miran al infinito y rozan el cielo con la punta de la nariz. Las que al cederles el paso no te dan las gracias. Las mismas que interrumpen un diálogo porque su palabra es más importante. También menos interesante. Aquellos y aquellas que se olvidan del perdón pero recuerdan la culpa. Tóxicas de alma, vacías de sentimientos, salpimentadas de frases hechas, carentes de significado.

Como los derechos adquiridos, que no por serlos tienen más peso que la educación, los valores y la empatía.

He dicho.


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