PACIENCIA

Paciencia. Justo lo que más me cuesta. ¿Cómo se aprende a tenerla si ya me dejé todas las ganas en la sala de espera? Si yo lo que quiero es salir despedida como un cohete. Si tan solo pudiera tocar una estrella. Ni que fuera para decirle que la vida, pese a todo, vale la pena. Que sí. Que viviendo deprisa y con resiliencia a una le ha cuajado la sangre de la heridas. Que las cicatrices emocionales escuecen siempre, porque esas están siempre abiertas. Saladas de pasado, edulcoradas con un presente que intento convertir en suma. De emociones, sentimientos, aprendizaje y experiencias. 

Intensa.  

¿Cómo vivir de otra manera? Si no sé —ni quiero— hacerlo de otra.

Feliz día.


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