EL NÚMERO DE LA SUERTE

Tan fuerte, tan vulnerable. Tan...

—¿Qué número te gusta?

Le he enviado un audio a mi amigo Pipo: dos segundos de quejido seguidos de un monólogo interrumpido por los últimos coletazos del resfriado que arrastro desde hace días. De no haber acompañado el llanto por el discurso,  mi amigo me hubiese respondido con algún meme tipo Belén Esteban o la Terremoto de Alcorcón. Pero me conoce, a veces tanto o más que yo misma. Sabe que va en serio, que hoy no tengo el chichi para farolillos. Pero tía —dice tras descolgarle el teléfono—, ¿cómo me haces esto? Y sin dejarme contestar, prosigue: Pues claro... por supuesto que te acompaño. ¿A qué hora, dices? Allí estaré. 

El corazón se me rompe unas dos o tres veces por año, depende de si es bisiesto o no. De momento en el que está en curso llevo una. Reconozco que me ha cogido desprevenida. La enfermera del Hospital de Vida me ha llamado para interesarse por mis reglas y de paso programarme mi prueba preferida. Es, evidentemente, ironía pura. La resonancia te deja la espalda clavada en la camilla, la tos seca, una sensación de claustrofobia y la sensación de que te meas. Así. Literalmente. Porque a mí, como a muchas, me inyectan un líquido que te recorre hasta la mismísima rabadilla para comprobar si hay algún cabrón paseándose por mi organismo. Me vais a perdonar el tono del escrito: estoy, aparte de resfriada, enfadada con los bártulos que me dejó El Bicho. Ya se lo podía haber llevado todo. Le empaqueté mi pecho izquierdo y le ordené cada uno de mis ganglios. Todo bien juntito en una misma maleta. Se olvidó de facturar el miedo, las pruebas, las ITV’s y las secuelas que mi querida fisio, Sonia, me ha curado hasta ahora. ¿Qué voy a hacer yo sin ti a partir de ahora?, le diría a Sonia. Vuelvo. El cáncer psicológico me persigue como la sombra que quiere alcanzar al individuo. Sigiloso. Con cautela. A veces le oigo respirar. Huelo su aliento podrido cuando Viambtú y la socia sueñan. Me despierta.

—Dame el número de la suerte.

—¿Y cuál es ese, bonita?

—El de hoy. El de mañana. El de la vida. 

...tan fuerte. 

Feliz día