MAMA, CONTESTA
Los algodones blancos no engañan. Aina me observa mientras retiro el resto de maquillaje y rímel y de carmín de mi cara. Una montaña de algodones con agua micelar se amontona en un lavabo de chicas con olor a cítrico.
-Mama, encara et queda.- dice mi socia atenta.
-On?.- le contesto mientras acerco los ojos al espejo.
-Allà, als ulls.
-Però si no tinc res.
-Que sí, la ratlla. La marró.
Eso son ojeras. Y no se van. Y mira que me hago mascarilla de ojos y me empapo las lágrimas para descongestionarlas. Pero no hay manera. Paso a paso. Tengo la piel lisa e hidratada de tanta mascarilla. Sin más arruga que la de la comisura de mi sonrisa. Ésa que siga. Los días con mi socia se me hacen raros. Es mi pequeña sombra. No me deja espacio. Antes del cáncer solía jugar sola. Horas y horas. Pintar en su habitación y soñar en un mundo imaginario. Después de las vacaciones no me deja. Me sigue. Me persigue. A veces, con insistencia. Tanto que a veces me ahoga. Y me siento mal.
La puerta del lavabo se cierra mientas Aina juega con su muñeco. La necesidad biológica me llama.
-Mama. Mama. Què fas?.
-Pipi, Aina. Pipi.
-Estàs bé?.
-Sí, nina.
-Estàs desperta?.
-Que sí. Ara surto.
-Però contesta. Téns els ulls oberts?.
No le contesto, porque ya le he dicho que estoy despierta. Que ahora salgo. Empieza a picar en la puerta.
-Aina si us plau, que ja surto.
Empieza a llorar.
-Però digue'm si us plau si estàs dormida. Estàs bé?. Necessites ajuda?.
Abro la puerta y me encuentro a mi socia con el pecho temblando y preocupado. La cojo de la mano.
-Nina, hem de parlar. - le digo mientras la abrazo como un bebé con mi brazo derecho. El bueno..- Primer, respira. Agafa aire. Tranquila. -le digo mientras repito las respiraciones con ella.- Respira. Fffffffffffff. Respira. Ffffffffffff. - Ara, escolta. Estàs millor?.
-Sí.-dice mientras me mira con los ojos humedecidos pero más tranquila.
-Crec que ja sé què et passa. I et vull explicar algo. La mama ja està curada. Ja no em quedaré més cops dormida a terra. Bé.- digo rectificando-, puc dormir a la nit. O fer una migdiada, que ja saps que m'agrada. Puc tancar els ulls per somiar.
Aina me vio. Una o dos veces. Ahora no estoy segura. Con la tensión por los suelos y la quimio quemándome las venas. No pude evitar el momento. No me dio tiempo. Caí desplomada en el suelo, con las lágrimas de esfuerzo a un lado y el abanico improvisado de mi vecina y amiga al otro. Pero Aina lo vio. Y no pude evitarlo.
-Aquest any has estat molt valenta. Estic orgullosa de tú. Et prometo que si necessito ajuda et cridaré. Però ja estic bé, nina. Ja estic bé.
-D'acord...
-I, ara... Ara deixa que jo sigui la mama. Un altre cop. La mama. I tú la filla. Sóc jo qui ha de cuidar de tú. I tú de mí, quan et necessiti. Som un equip.
Me mira más tranquila, sabiendo que no le diga mentiras. En nuestro código de madre e hija no existe la verdad maquillada. Ha visto la cicatriz de mi explanada desde el primer día. Me ha ayudado a colocarme el sujetador cuando no podía. Le hago partícipe de mi realidad, para que crezca sabiendo lo bien que lo ha hecho. El buen equipo que hacemos.
-Te'n recordes del xarop?. El màgic?. I del que em va dir la Sònia, la meva metgessa?.
-Sí.
-Doncs el xarop em va curar. Així que ara... Ara deixa que sigui com sempre la mama. I tú, la filla. Tracte?.-le digo mientras le acerco la mano y sellamos nuestro pacto.
-Tracte fet.
A la meva nina.
La millor companya d'equip i filla.
Feliz día
#día249recuperación
annabearcosruiz.blogspot.com
Facebook: Las Chutegirls SA
Comentarios
Publicar un comentario