TENGO UN RUN RUN

 

Me preguntó el mayor de mis Tres Mosqueteros que cuándo escribía. ¿Por la noche o por el día? Tan sólo levantarme. Con los pelos aún alborotados. La pluma afilada en el plano. Me despierto con el run run sin apenas pensarlo. Y lo plasmo.

Hoy toca control de calidad de mis soldaditos blancos. Si hacen buenos placajes en caso de ataque. Si salen huyendo y me dejan sola en las trincheras. Si el bicho está acojonado y no tiene opción a rescate. Hoy toca controlar que mi sonrisa es la buena, y mi actitud la correcta. Hoy me tocan el bicho, me palpan su miedo. Le dejo solo en las trincheras. Le sonrío desde la reja. Te gano la batalla, con mi resiliencia.

Tengo un run run que me corre por las venas. La ilusión de escribir un blog. La emoción de tener la capacidad de transformar. Una vez soñé, al poco de irse, ver leyendo un diario a Andrés. Estaba sentado en el pico de la cama. Sostenía uno de mis primeros escritos. Año 2005. ¿Todo esto has escrito? A los siete me hizo leer “El Lazarillo de Tormes”. A los 13 jugábamos a corregirnos los textos. A ver quién encuentra más faltas. A los 17 yo leía sus cartas. A los 20 mis essays de literatura inglesa. A los 23 te fuiste. Pero yo te sigo corrigiendo los textos. Te sigo escribiendo. A mi Andrés, por todos los cuentos a pie de cama. Por regalarme la pluma que hoy  te escribe. Hoy va por ti, papa.

Me preguntó el mayor de mis Tres Mosqueteros que cuándo escribía. Denoté orgullo en su sonrisa. Y yo en la mía.

Tan sólo levantarme. Con las cosquillas que se me despiertan cuando comienza un nuevo día. Con alegría.

Feliz día

#día44demirecuperación